Road Trip por Castilla La Mancha. El encanto del turismo de interior.
Castilla-La Mancha es una de las comunidades autónomas más extensas y ricas en patrimonio histórico-artístico de España, de espacios naturales y cuna de referencias literarias. Su territorio se encuentra surcado por cordilleras, importantes ríos, llanuras con viñedos y olivares, castillos y molinos de viento.
Barajamos varios destinos para recorrer durante las vacaciones de Semana Santa tras dos años de limitaciones por el COVID-19, y finalmente nos decidimos por compartir ruta con un grupo de amigos por la España interior, hoy identificada en gran parte con la denominada España Vaciada.
El lugar elegido es Castilla La
Mancha. A priori mucha gente no la tiene como destino turístico de interés global,
salvo en los casos de las ciudades monumentales de Toledo y Cuenca.
La ruta nos ha conducido por
pueblos pintorescos y por una parte de los magníficos recursos naturales que
atesora la región. Castilla La Mancha, además, alberga distintos itinerarios turísticos
de interés como el Camino del Cíd y como no, la ruta del Quijote.
Etapa 1
Medinaceli forma parte de la red
de Pueblos más Bonitos de España y de la Ruta del Cid. Entre sus monumentos destaca el único Arco romano de tres
arcos que hay en España, además de su Castillo, la Plaza Mayor y el Palacio
Ducal del siglo XVII, de estilo renacentista.
Etapa 2
A la mañana siguiente ponemos
rumbo a nuestro primer destino en la provincia de Guadalajara, Sigüenza.
Estacionamos en el parking sin servicios que hay frente al castillo de la
localidad [41.063099, -2.642820] donde está permitida la pernocta.
Sigüenza perteneciente a la Red de Ciudades y Villas Medievales, es uno de los principales destinos
turísticos de Castilla La Mancha y se encuentra situada estratégicamente para
controlar el paso del alto Henares y los valles de los ríos Dulce y Salado.
La ciudad es un compendio de la
historia del urbanismo desde el siglo XII a la actualidad y visitándola,
podremos conocer la Sigüenza medieval, la Sigüenza renacentista, la Sigüenza
barroca y la Sigüenza Neoclásica.
El castillo domina la ciudad. Fue
erigido en el siglo XII y fue usado de manera continua como residencia de los
obispos hasta mediados del siglo XIX. Hoy alberga un Parador Nacional que permite
su visita exterior e interior, quedando restringidas solo las zonas de
habitaciones de los clientes alojados.
La Catedral es un bello ejemplar
del cisterciense o primer gótico y en ella merecen especial interés las
Capillas de los Arces, de San Pedro, de la Anunciación o de San Marcos, la
estatua del Doncel y sus rosetones góticos.
La parte renacentista y barroca se
descubre en sus calles y plazas, reflejándose en palacios y casas, la Plaza
Mayor, la casa Plateresca, el Palacio Episcopal o en el Convento de San Francisco.
Terminada la visita nos dirigimos
a las Salinas de Imón, a unos 14 km de Sigüenza. Las salinas de origen romano, eran las mayores
salinas de la zona y unas de las salinas de interior más grandes de España.
Estacionamos en su área
recreativa [41.157501, -2.732230] que dispone de agua y merenderos. En las
proximidades, una vez cruzado el puente sobre el río Salado, existe otro
aparcamiento apto para nuestros vehículos [41.161301, -2.731690] y donde está
permitida la pernocta.
Tras la comida, nos dirigimos a
la localidad de Atienza. Estacionamos y pernoctamos junto a otras autocaravanas
en el parking que se encuentra al pie de su castillo [41.199824, -2.872628], lugar
bastante llano y que se encuentra junto a unos merenderos cubiertos y con
vistas a la fortaleza y al pueblo, al que se accede andando en pocos minutos.
Se puede acceder sin problema aunque tenga pendiente.
Etapa 3
Nuestro siguiente destino es
Molina de Aragón. Estacionamos en la nueva área municipal de autocaravanas,
gratuita, que se encuentra al lado de la N-211 [40.847560, -1.891217]. No
dispone de tomas de luz.
En el paseo por sus calles encontramos el barrio judío, de gran belleza medieval y el barrio de la morería al otro lado del río.
Sobre éste, cubre el paso el Puente Románico, símbolo de la
villa, realizado en arenisca roja y formado por tres arcos.
Como edificios religiosos
destacan el románico de la iglesia de Santa Clara, en la plaza que lleva su
nombre, Santa María la Mayor de San Gil, pasando por el renacimiento reflejado
en San Pedro con su espadaña mudéjar o el estilo neoclásico del Convento de San
Francisco.
También son relevantes la Casa
del Obispado, el Palacio de los Arias, el Palacio de los Montesoro o el Palacio
de los Molina, que tiene un gran arco de medio punto abovedado en la portada
con los escudos de la familia.
Terminada la visita nos dirigimos
hacia el siguiente destino, el Nacimiento del Rio Cuervo en la provincia de
Cuenca.
Estacionamos y pernoctamos en el
Área Recreativa Alto de la Vega [40.419329, -1.905012] aunque para la visita
del nacimiento estacionamos en el parking habilitado para ello frente al acceso
al Monumento Natural [40.426715, -1.897350].
Se pueden realizar diferentes
rutas, siendo las más accesibles el sendero del nacimiento del río donde el
recorrido hasta las cascadas es accesible para personas con movilidad reducida
y la ruta o sendero de la Turbera, ambas de 1,5Km aproximadamente.
Etapa 4
La ruta nos llevará hasta la
provincia de Albacete, pero antes recorreremos la Serranía de Cuenca y
atravesaremos la Reserva Natural de la Laguna del Marquesado, un humedal
cárstico originado por el mismo proceso que dio lugar a las Lagunas de Ruidera.
Cerca del mediodía llegamos a
Alcalá de Júcar, uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de la
provincia de Albacete por su situación y el excepcional paisaje que forma la
hoz del río Júcar. Forma parte de la red de Pueblos más Bonitos de España.
Alcalá de Júcar se encarama en
una roca sobre un meandro del río, sus casas blancas escalan por ella o se
excavan en la tierra y ascienden hasta el Castillo de origen árabe, que lo
preside todo.
Desde la ribera del río, destaca
el puente sobre el Júcar. El paseo debe continuar por su entramado de calles
hasta la parroquia de San Andrés, uno de los edificios más significativos de la
población. Es una construcción de nave única y muy alargada, construida entre
los siglos XVI y XVIII.
Las cuevas de la localidad son
célebres por sus múltiples usos, pero de especial interés son los túneles de la
cueva de Masagó y el Duende o la cueva del Diablo.
Nosotros visitamos las cuevas de
Masagó y el Duende, donde se puede ver como son y eran las casa-cueva de origen
árabe. Un túnel que se adentra en la Peña donde se asienta el pueblo de Alcalá
del Júcar atraviesa ascendiendo hasta el otro lado de la montaña, dando vista a
la hoz del Júcar y cuya salida superior se encuentra a unos 200 metros del
acceso al Castillo.
Es la única cueva que se conserva
picada a mano, de ahí su singularidad. El interior de la cueva alberga una
bodega de vino de la Edad Media, colecciones de fósiles y numismática y un bar.
El regreso hasta la parte baja de
la población se realiza recorriendo las serpenteantes calles de su casco
antiguo que se asientan sobre la ladera y el recorrido permite disfrutar de los
diferentes miradores que se van encontrando según se desciende.
A media tarde nos dirigimos hacia
nuestro siguiente destino, Chinchilla de Montearagón.
Estacionamos y pernoctamos en su
área de autocaravanas municipal [38.920898, -1.722310], con los servicios
habituales, excepto conexión eléctrica. Tranquila y muy cercana del centro del
pueblo.
También destacan las casa-cueva
al pie de la muralla, enmarcadas por chimeneas blancas que dividen el espacio
exterior, mientras el interior se excava en la roca.
En sus calles se encuentran
casonas de piedra blasonadas como el palacio de la calle de la Obra Pía o el
antiguo Pósito, ambos con fachada plateresca; la casa Tercia o el Ayuntamiento
con su fachada dieciochesca.
Entre las obras religiosas, Santa
María del Salvador destaca por su mezcla de estilos, el convento de Santo
Domingo como ejemplo de templo mudéjar o el convento de Santa Ana.
Su Semana Santa está declarada de
Interés Turístico Regional, remonta sus orígenes al año 1586 y tuvimos la
oportunidad de presenciar al caer la tarde, una de sus procesiones.
Etapa 5
Estacionamos en el parking y área
recreativa del Puerto del Arenal [38.468201, -2.456650], sin servicios. La
pernocta está permitida (estancia máxima 24h.) bajo control de los agentes
medioambientales.
Desde ese punto, un sendero bien señalizado conduce hasta el mirador sobre los chorros del Río Mundo
tras un recorrido total entre la ida y el regreso de 7,5Km.
La gran atracción del Nacimiento
del Río Mundo es su impresionante catarata de más de 300 metros de altura y su
cueva, cuya profundidad total aún se desconoce y que en la actualidad supera
los 32 kilómetros. Su agua procede de un
acuífero kárstico al que está conectado y que sufre muchas variaciones
estacionales en su caudal.
El volumen es mucho mayor en
primavera, sin duda la mejor época para ir porque es cuando más agua cae por la
cascada, creando un fenómeno natural que se conoce popularmente en el lugar
como “El Reventón” y que tuvimos la oportunidad de ver y disfrutar.
Tras la comida, ponemos rumbo
hacia Villanueva de los Infantes en el Campo de Montiel, ya en la provincia de
Ciudad Real y lugar encuadrado en la Ruta de Don Quijote.
Están diseñadas y construidas de
la misma forma: estacionamiento en parcelas bien delimitadas de 50m2 y sistema
de acceso mediante un poste donde pagar con tarjeta de crédito por la pernocta
y el resto de servicios que se ofrecen: plataforma de servicios (llenado de 100
litros de agua y vaciado de grises y negras), electricidad y uso de cabinas de
duchas con wc.
Se paga cada servicio por
separado, aunque el precio está muy ajustado. Pagamos 10,89€ por una noche de
pernocta, llenado y vaciado y el uso de la cabina de ducha. A mejorar, el
sistema de accesos que debería ser más intuitivo y claro, el control de estancia
y salida para optimizar su ocupación y el sistema de reservas a través de la
app de la que dispone la red (AreasPLA Booking App).
Aunque la vida gira alrededor del
conjunto monumental de la Plaza Mayor de principios del siglo XVII, destacan
también la calle del General Pérez Ballesteros, la Plaza de San Juan o la calle
Cervantes.
Edificios civiles como el
Hospital de Santiago, del siglo XVII y de origen medieval, la alhóndiga, la
Casa del Arco, la Casa de los Estudios, la casa-palacio del Marqués de
Entrambasaguas o la Casa de la Inquisición. Todo ello lo podemos descubrir en
un agradable paseo por su centro histórico.
Como edificios religiosos, la
iglesia de la Trinidad y el Convento de Santo Domingo, lugar donde paso sus
últimos días Francisco de Quevedo y donde se conserva su celda en el interior,
que tuvimos la oportunidad de visitar.
Etapa 6
Estacionamos para visitar la
ciudad en un parking asfaltado y nivelado situado a la entrada [38.884602,
-3.710080], donde está permitida la pernocta.
La Plaza Mayor, en su origen
plaza de armas y posteriormente centro de una feria de comercio, es de planta
rectangular irregular inspirada en las plazas flamencas y lugar donde se
localiza su famoso Corral de Comedias, construido en 1628 y lugar de
celebración del Festival Internacional de Teatro Clásico.
Recorriendo sus calles nos
topamos con importantes palacios y casas solariegas, que dan cuenta de la
importancia y realce que llegó a tener Almagro, que llegó a ser cabeza de la
Orden y Campo de Calatrava, capital de la provincia de la Mancha entre 1750 y
1761 y la sede y residencia de las familias Fugger y Welser, banqueros de
Carlos I y Felipe II.
Ejemplo de ello son el palacio de
los Marqueses de Torremejía, situado en la plaza de Santo Domingo, el palacio
de los Condes de Valdeparaíso, el de los Medrano, convertido en casino durante
el siglo XIX, el palacio de los Oviedo, de los Villarreal-Robles o del Marqués
de Las Hormazas; el de los Fúcares, erigido por los Függer para administrar el
mercurio procedente de las minas de Almadén y el grano procedente de las rentas
de los Maestrazgos; la Casa del Mayorazgo de los Molina y la Casa de los Rosales,
las portadas de la Casa de los Wessel (apoderados de los Fugger) y de la Casa
de los Xedler, la Casa del Prior y la
Casa del Capellán de las Bernardas.
Por la tarde seguimos recorriendo
parte de la Ruta de Don Quijote y llegamos a Campo de Criptana. Estacionamos y
pernoctamos en su área de autocaravanas [39.397693, -3.130624], perteneciente a
la red de áreas de la Diputación de Ciudad Real.
Si hay algún lugar identificable
con una imagen típica de estas tierras, esta es la de Campo de Criptana,
presidido su paisaje por los famosos molinos que confundiera Don Quijote con
gigantes. Situados en el Cerro de la Paz, en la actualidad se conservan diez.
En 1752 se censaron treinta y cuatro en esta localidad.
Estuvieron funcionando hasta los
años 50 del siglo XX. Tres de ellos han sido declarados Bien de Interés
Cultural (B.I.C.) por su antigüedad, ya que datan del siglo XVI y conservan sus
mecanismos originales.
Cuenta también con algunas casas
señoriales como la casa de La Tercia del siglo XVI relacionada con las
recaudaciones que efectuaba la Orden de Santiago o la casa del Conde de
Cabezuelas, del siglo XVII. Otros lugares de interés son el Pósito, del siglo
XVI, en la actualidad sede del museo Etnográfico o la iglesia barroca del Convento
del Carmen, de finales del siglo XVII.
Nuestra llegada coincide con la
celebración de las fiestas patronales en honor a la Santísima Virgen de
Criptana, que se celebra el lunes de Pascua.
Etapa 7
En el Molino Poyatos se encuentra
el punto de información turística y es el lugar donde adquirir las entradas
para realizar la visita guiada.
La visita permite la entrada a dos
de los molinos que actualmente son visitables: el Molino Infante, el Burleta,
el Culebro (que alberga un museo dedicado a Sara Montiel, natural del lugar) y
el Quimera.
También incluye un paseo
explicativo por el barrio del Albaicín, calles y plazas contiguas al Cerro de
la Paz que conforman el arquetipo de barrio manchego, con sus casas de teja
árabe pintadas en blanco y añil, y la visita de la casa-cueva ‘Pastora Marcela’,
convertida en un espacio etnográfico que da cuenta de cómo era la vida que se
desarrollaba en este lugar.
Terminada la visita, nos
dirigimos siguiendo la Ruta de Don Quijote hasta El Toboso, población
emblemática del universo cervantino, ya en la provincia de Toledo.
Estacionamos en el pinar contiguo
a la plataforma de servicios de llenado y vaciado para autocaravanas que el
Ayuntamiento ha habilitado junto a las piscinas y el polideportivo municipal [39.513221,
-2.990220]. Según las reseñas se puede pernoctar en el lugar, aunque nosotros
no lo hicimos.
En la Plaza se encuentran el
Ayuntamiento y el Museo Cervantino, que alberga una interesante colección de
ediciones (más de 500) de El Quijote en diferentes idiomas y firmados por
personajes ilustres de todo el mundo.
Alberga entre sus calles y plazas
distintos monumentos de interés histórico, además de muchos rincones llenos de
encanto. Su configuración urbana es la característica de esta comarca, con sus
tradicionales edificaciones de mampostería y tapial y el encalado de sus muros,
con corredores de madera y columnas disponiendo de patios de planta cuadrada o
rectangular adintelada.
El punto final de la ruta por
Castilla La Mancha es la ciudad de Toledo, declarada Patrimonio de la Humanidad
y conocida con el sobrenombre de Ciudad de las Tres Culturas. Toledo llama a
recorrer sus calles con detenimiento y son paradas obligadas su Catedral, la
Mezquita del Cristo de la Luz, la Sinagoga de Santa María La Blanca y la
Sinagoga del Tránsito.
El lugar de estacionamiento y
pernocta para visitar Toledo en autocaravana y recomendado por la
Oficina de Turismo, es el parking gratuito de Safont [39.86472, -4.01944], sin
servicios y a unos metros de las escaleras mecánicas que te llevan al centro y
a la vez, a pocos minutos andando de la puerta de Bisagra. Como precaución
conviene aparcar en zonas que permitan maniobrar con espacio porque en
determinados días y horas, el estacionamiento de los coches puede hacer muy
complicada la salida.
Por la proximidad de nuestro
lugar de residencia a Toledo y ser una ciudad en la que tenemos familiares
cercanos, lo que nos permite visitarla con asiduidad, nos despedimos y no
acompañamos al grupo en la visita guiada que se había reservado, continuando
destino hasta nuestra casa.
En nuestro caso, hemos completado una ruta de 1.300 kilómetros en 7 días.
MAPA DE LA RUTA














