IRLANDA. Un viaje por el país del trébol
Es conocida a su vez como la isla esmeralda, debido a que su
clima y la riqueza de su tierra han permitido que crezcan innumerables especies
de pastos, arbustos y árboles, lo que ha creado un paisaje con una amplísima variedad
de tonalidades verdes.
Este fue nuestro destino en el verano de 2018 al que viajamos
junto con unos amigos.
Lógicamente es necesario coger un ferry para poder visitar la isla con nuestro vehículo, lo que hace que
este viaje tenga de entrada, un coste superior a otros a realizar por el
continente.
Es aconsejable analizar con anterioridad si Irlanda será destino
único, si el viaje se combina con la visita de Francia o si es un destino
compartido con el Reino Unido.
El objetivo es calcular las distancias de viaje y las paradas
necesarias para cubrirlas, prever los gastos aproximados en gasoil, peajes,
etc. y con esa información, tomar una decisión en relación con el precio de los
pasajes y la duración de la travesía en función del puerto de partida.
Desde España, Bryttani Ferries opera en la actualidad la línea directa Bilbao - Rosslare dos veces por semana, con una duración de 28h. para la ida y 32h. para el regreso, que ha sustituido a la conexión que nosotros utilizamos desde Santander hasta el puerto de Ringaskiddy en Cork.
Desde Francia existen dos puertos que conectan con Irlanda: el
puerto de Roscoff, en la Bretaña y el puerto de Cherburgo, en Normandía.
En el caso del Reino Unido, las posibilidades de cruzar a
Irlanda se multiplican y existe la alternativa de combinar los ferrys que unen
las dos islas, con el Eurotúnel que cruza el
Canal de la Mancha en 35 minutos.
En nuestro caso, Irlanda fue el único destino. Realizamos un
recorrido circular por la isla en el sentido de las agujas del reloj (2.078 km.
en 18 días) siguiendo la ‘Ruta Costera del Atlántico’, la ruta de la ‘Costa de
la Calzada’ y finalizando en el denominado ‘Ancestral Este de Irlanda’.
Otra cosa a tener en cuenta es que las autocaravanas no son
muy comunes en Irlanda, así que no se encuentran muchas opciones ni áreas en la
ruta, por lo que el uso de campings se hace casi obligatorio en la mayoría de
los destinos.
Y por supuesto, en Irlanda se conduce por la izquierda. A
nosotros no nos resulto muy complicado adaptarnos, pero siempre hay que
mantener la atención y no confiarse en exceso con el paso de los días, aunque
siempre se mostraron muy respetuosos con nosotros si teníamos alguna duda.
Etapa 1. Puerto de Cork - Blarney (35Km.)
Embarcamos en Santander el día 1 de julio a las 11,00h y tras
una travesía tranquila, llegamos al Puerto de Cork el día 2 a primera hora de
la tarde. Tras desembarcar, nos dirigimos al camping de Blarney [51.94761, -8.54763]
en las inmediaciones de Cork. Esta población es famosa por su castillo.
En el bonito entorno de un gran jardín se encuentra el castillo construido originariamente en el siglo XIII, aunque lo que hoy se puede ver es una reconstrucción tras ser destruido en el siglo XV. Queda en pie la torre del homenaje y algunas estancias. Tras instalarnos en el camping fuimos a visitarlo, pero cuando llegamos el recinto estaba ya cerrado, por lo que dimos un agradable paseo por sus alrededores.
Etapa 2. Cork (0 km.)
Un día es suficiente para visitar Cork, segunda ciudad de la
República de Irlanda.
Desde Blarney, la línea de autobús 215 llega hasta Cork. Dada
su cercanía, también es una buena opción el servicio de taxis.
Una vez en la ciudad, decidimos coger el Bus turístico para recorrerla y visitar sus
principales lugares y monumentos.
Situado al norte, el Barrio de Shandon es el más pintoresco.
La iglesia de Saint Ann destaca sobre las casas bajas que la rodean. La torre
de la iglesia cuenta con cuatro relojes a los que se conocen como ‘El mentiroso
de cuatro caras’, ya que dependiendo de la perspectiva desde la que se
observen, parece que dan una hora diferente.
Sobre una colina se encuentra la Cárcel de Cork. La ‘Cork City Gaol’ fue una de las prisiones más importantes de Irlanda en el siglo XIX y principios del XX, hasta su cierre tras la guerra civil irlandesa. Figuras realistas, celdas amuebladas y efectos de sonido ofrecen una perspectiva de la rutina diaria de los prisioneros y sus carceleros a lo largo de su historia. Para realizar la visita hay disponibles audioguías en español.
El centro de Cork se encuentra en una pequeña isla que forma
el río Lee a su paso por la ciudad. Las calles de St. Patrick’s y Grand Parade
son sus ejes principales y las calles más comerciales.
En Cork hay dos catedrales: la catedral de Fin Barre´s, considerada
una obra maestra del neogótico francés donde destacan sus tres capiteles y la
catedral católico-romana de Santa María y Santa Ana, conocida como la catedral
del norte.
También en el centro se ubica el English Market, conocido por
ese nombre debido a su origen protestante, un antiguo y bonito mercado que existe desde 1788, donde
se pueden encontrar todos
los productos imaginables de la gastronomía de Irlanda y que fue el lugar que
elegimos para comer.
Terminada la visita y tras realizar algunas compras,
regresamos al camping.
Etapa 3. Blarney - Killarney (120 km.)
Ponemos rumbo al Parque Nacional de Killarney en el Condado
de Kerry, declarado por la UNESCO como Reserva de la Biosfera en 1981.
En primer lugar, nos dirigimos al Castillo de Ross edificado a finales del siglo XV a
orillas del lago Leane, considerado como una de las joyas del Parque Nacional.
Estacionamos en el parking gratuito que se encuentra habilitado en las proximidades del castillo y el lago [52.04299, -9.53012].
El Castillo de Ross representa la típica fortaleza irlandesa de la Edad Media, con una enorme torre que era a su vez la casa de sus habitantes y que en sus inicios, estaba rodeada por una especie de bunker cuadrangular, defendido por una serie de torres redondas en las esquinas. Dos de ellas aún permanecen en la actualidad.
En los meses de verano se pueden realizar paseos en barca por
el lago que rodea el castillo.
En la oficina de turismo, adquirimos la tarjeta OPW Heritage Card, tarjeta turística que permite el acceso
gratuito a más de 45 sitios del patrimonio irlandés administrados por el estado.
Tras la visita, nos dirigimos al Killarney Flesk Caravan Park [52.04306, -9.49928] donde íbamos a pernoctar, en las proximidades del lago Leane.
Desde esa ubicación, a través del bosque, se accede caminando hasta el convento
franciscano de Ennis (Ennis Friari) del siglo XIII, declarado Monumento
Nacional.
Aunque parte del techo no esté, se puede ver la mayor parte
de la estructura, la torre y sus estatuas y tumbas, la mayoría de ellas talladas en piedra caliza y de
una altura considerable, así como apreciar la fachada donde en su día
estuvieron las vidrieras y disfrutar con los paisajes de los alrededores.
Etapa 4. Ring of Kerry (Tour en el día)
El Ring of Kerry es una de las atracciones más conocidas de Irlanda. Un
circuito con inicio y final en Killarney. Hay que dirigirse por la carretera
N72 hasta Killorglin, tomando desde ese punto la N70, que recorre la
península de Iveragh.
Para regresar, desde la localidad de Kenmare hay que seguir la N71, completando
así un ‘anillo’ de 170 km.
Algunos de los lugares más destacados de la ruta son el Bog Village Museum en Glenbeigh, donde se recrea la vida rural a finales del siglo XIX, los lugares donde poder ver un ejercicio tradicional de 'herding' o pastoreo con perros, los tramos de costa y los miradores con vistas panorámicas que se extienden desde las montañas hasta el mar.
En el camping se ofrecía un recorrido en autobús turístico,
que terminamos contratando. La experiencia fue un fracaso. Mal diseñado, sin el
tiempo suficiente para disfrutar mínimamente de los diferentes lugares y con
escasa información a pesar de lo que se afirmaba. Justo lo contrario de lo que
pretendemos con nuestros viajes en autocaravana.
Sería por la mala experiencia, pero de todos los lugares que
conocimos de Irlanda fue el que menos nos gustó, a pesar de ser uno de los de
mayor fama y por eso quizás, el menos tradicional y auténtico.
Etapa 5. Inch Beach - Dingle -
Tralee (138 km.)
La ruta nos llevaría a recorrer la península de Dingle, al
norte de la península de Iveragh que recorrimos el día anterior. Las montañas de Slieve Mish forman la
columna vertebral de esta península y como curiosidad, sus paisajes han sido
elegidos en dos ocasiones para rodar películas de la saga de ‘La Guerra de las
Galaxias’.
Nuestra primera parada fue Inch. Es una pequeña población que tiene
fama debido a que conserva
uno de los más grandes y mejores sistemas de dunas salvajes que quedan en Irlanda.
Inch Beach es un sistema de dunas barrido por el viento que se
extiende a lo largo de una lengua de arena hacia la bahía de Dingle y hacia la
costa norte de la península de Iveragh, creando un paisaje esplendido.
Estacionamos en el parking gratuito que se encuentra al
comienzo de la lengua de arena [52.142251, -9.981309] y recorrimos las dunas
dando un largo paseo por el arenal.
Después nos dirigimos al extremo occidental de la península dejando atrás la población de Dingle, a la que regresaríamos, para visitar el Oratorio de Gállarus, uno de los sitios icónicos de la península.
Para visitarlo, estacionamos en el parking del centro de
visitantes [52.173746, -10.353629]. Aún a pesar de las indicaciones del GPS, es
importante no abandonar la carretera R-559 para acceder a él, para no verse
comprometido por unas pistas demasiado estrechas para nuestros vehículos, como
nos sucedió a nosotros.
Esta iglesia paleo-cristiana se cree que fue construida alrededor
del siglo X o XI. La técnica constructiva en piedra seca y su forma de casco de barco invertido, es típica de la
zona que ocupaba el reino medieval de Corcu Dubine a lo largo de las penínsulas de
Iveragh y Dingle. A las afueras del oratorio se puede ver un ‘leacht’ o altar
con una losa de cruz antigua que tiene grabada una inscripción en latín.
Finalizada la visita, regresamos a Dingle y aparcamos en el
parking de pago del puerto [52.139370, -10.277610], muy próximo al centro. Es
un pueblo de aire marinero, con casas de diferentes colores que le dan un aspecto
muy particular, un lugar en el que la lengua y tradiciones gaélicas siguen muy
presentes y donde se pueden encontrar lugares tan peculiares como el Foxy
John’s, que reúne en el mismo espacio un pub, una ferretería y una tienda de
alquiler de bicicletas.
Por la tarde, seguimos camino en dirección a Tralee, capital
del condado de Kerry, después de haber disfrutado de un paisaje de largas y
solitarias playas, acantilados, dunas y verde. Nos dirigimos al Woodlands
Caravan Park [52.2636, -9.7030] para descansar y pasar la noche.
Etapa 6. Newcastle West - Adare - Kilkornan (122 km.)
Camino de Adare, nos detuvimos en la población de Newcastle
West para visitar su castillo. La mayor parte de la imponente estructura se
creó en el siglo XV, construido por la familia Fitzgerald, más conocida como
los “Condes de Desmond”. Hay un amplio parking para poder estacionar cerca del
castillo en Market Yard [52.451755, -9.059083].
Está considerado como el mejor ejemplo que se conserva de un
salón de banquetes medieval en Irlanda y todavía tiene las galerías de roble
originales para los músicos y una gran chimenea con capota de piedra caliza.
Continuamos con destino a Adare, considerado como el pueblo
más bonito y pintoresco de Irlanda.
Aparcamos en el parking de Station Road [52.565261, -8.790990], en las proximidades del Adare Heritage Center.
A orillas del río Maigue, el paso de los siglos se mezcla con
la vida cotidiana, como es el caso de las antiguas casas de campo que han
sobrevivido cientos de años y que son hoy tiendas de artesanía o restaurantes.
La calle principal de Adare está salpicada de edificios de piedra, ruinas y
monasterios medievales.
A la salida del pueblo en dirección Limerik, se encuentra el antiguo
Convento de los Agustinos del siglo XIV, que se considera un buen ejemplo de lo que fueron las
iglesias medievales irlandesas. Hoy, llamada St. Nicholas Church, es el lugar
de la comunidad perteneciente a la Iglesia Anglicana de Irlanda.
El destino final del día es el Parque Forestal de
Curraghchase en
Kilkornan. Ocupa 313 hectáreas de bosques, parques y lagos y dispone de
senderos señalizados que permiten recorrerlo y disfrutar de lugares realmente
increíbles.
En el interior del mismo se encuentra el Curraghchase Camp
Site a donde nos dirigimos para disfrutar de un fin de semana de tranquilidad y
naturaleza. Se accede desde la carretera N69 y más adelante, se encuentra una
barrera en la que hay que pagar una pequeña tasa para poder acceder al Parque
Forestal [52.607764, -8.872135].
Siguiendo las indicaciones se llega en poco tiempo al Camping
[52.596211, -8.874786].
Etapa 7. Ennis - Kilfenora - Doolin (142 km.)
Finalizado el fin de semana, nos dirigimos hacia Doolin para
visitar los imponentes acantilados de Moher.
La primera parada en la ruta que realizamos es en Ennis, capital del Condado de Clare, que tiene algunos monumentos que recuerdan el pasado medieval de la ciudad. Entre ellos, destaca su antigua abadía franciscana fundada en 1240, que data de los siglos XIV y XV y es hoy, la principal atracción turística de la ciudad. Está declarada como Monumento Nacional.
Para realizar la visita, estacionamos las autocaravanas en el
parking gratuito de Abbey Street [52.84528, -8.98265].
A continuación, nos dirigimos al Parque Nacional de Burren.
La región del Burren tiene aspecto lunar y es uno de los paisajes más originales
de Irlanda. La roca gris está surcada de hendiduras y grietas. El resultado es
un enorme suelo rocoso salpicado de formaciones rocosas, cuevas y fósiles, así
como una increíble variedad de flores que incluye desde especies autóctonas
hasta plantas árticas, alpinas y mediterráneas.
De estas tierras se dice que “Es un país donde no hay
suficiente agua para ahogar a un hombre, madera suficiente para colgarlo, ni
tierra suficiente para enterrarlo”.
Nos detenemos para conocer el Burren Center, centro de visitantes en el histórico
pueblo de Kilfenora, que dispone de zona de aparcamiento [52.990309, -9.215990]
y así conocer más sobre esta región, reconocida por la UNESCO como Geoparque
Global y Europeo.
Desde allí nos dirigimos a conocer el Dolmen de Poulnabrone,
realizando antes una parada para visitar las excavaciones de Caherconell.
Aparcamos en su centro de
visitantes [53.041913, -9.137265].
Caherconell está considerado como uno de los mejores ejemplos
de fuertes circulares de Irlanda. Sus paredes tienen hasta cuatro metros de espesor en algunos
lugares y casi tres metros de altura y se cree que estuvo en uso desde el 400 d.C hasta
los siglos XIV o XV.
A 600 metros se encuentra el parking para visitar el Dolmen de Poulnabrone [53.046936, -9.140978], construcción neolítica que ha sobrevivido al paso del tiempo durante 5.500 años. Desde el parking sale un pequeño camino que nos conduce hasta las inmediaciones del dolmen.
Se cree que, dada su situación predominante sobre el paisaje
del Burren, este monumento debía de ser el centro de ceremonias y rituales
durante la Edad de Bronce y hasta bien entrado el periodo celta.
Continuamos camino hacia Lisdoonvarna, para visitar la Burren
Smokehouse y el centro ‘The Irish Salmon Experience’. Para ello se debe aparcar
en el parking aledaño al centro [53.028021, -9.289980].
Es un espacio totalmente interactivo donde se cuenta la
historia del salmón irlandés, desde su lugar en la mitología e historia
irlandesas, hasta el papel que desempeña en el sustento de las comunidades
costeras en las zonas rurales de Irlanda y como es el procedimiento tradicional
de ahumado, mediante la técnica del ahumado en frío, llamado así porque durante
el proceso la temperatura nunca supera los 35 °C.
Tras esta última visita, nos dirigimos finalmente a las
costas de Doolin, al Camping Nagles [53.016440, -9.402359] situado al pie de
los acantilados de Moher y a 100 metros del muelle donde salen los ferrys hacia
las islas Aran y los cruceros que recorren la línea de acantilados.
Etapa 8. Galway (79 km.)
A la mañana siguiente, tras dejar el camping y estacionar las
autocaravanas en el parking del muelle [53.015378, -9.404405], realizamos a
primera hora la travesía de los acantilados. Merece la pena la experiencia, de
una hora aproximada de duración, para poder apreciar lo impresionante de este
paisaje desde el nivel del mar.
Tras desembarcar, ponemos rumbo a la ciudad de Galway, capital del Condado del mismo nombre y conocida como la ciudad ‘más irlandesa’ de Irlanda, ya que un 70% de su población habla gaélico habitualmente.
Galway se extiende bastantes kilómetros frente al mar, pero lo
más interesante de la ciudad están concentrado en poco más de un kilómetro alrededor
de su calle principal, conocida como Shop Street. Se trata de una calle
peatonal que va desde el antiguo puerto, hasta Eyre Square y el Jardín John
Fitzgerald Kennedy, atravesando el centro de la ciudad de sur a norte.
Para visitar el centro, estacionamos en un parking de pago
cerca del puerto [53.271062, -9.048314].
La zona más cercana al puerto es el Latin Quarter, que
concentra la práctica totalidad del ambiente de pubs de la ciudad y que está repleta
de músicos callejeros a cada paso.
Avanzando hacia el norte, se encuentra la catedral
protestante de San Nicolás. Su construcción se remonta al siglo XIV. También nos
encontraremos de frente con uno de los edificios más antiguos de la ciudad y
uno de los edificios medievales mejor conservados de Irlanda, el Lynch Castle,
hoy sede de un banco.
Para ver la catedral católica de San Nicolás (ambas
catedrales tienen la misma advocación en honor al patrón de marineros y
pescadores), hay que desviarse unos metros y cruzar el río Corrib.
Al final de la calle, se encuentra el centro comercial Eyre Square, que conserva en su interior algunos restos de la muralla normanda de la ciudad. Y en la misma zona, encontramos un curioso lugar donde están representadas las 14 banderas de las tribus familiares que gobernaron la ciudad de Galway en el pasado.
Para pernoctar nos dirigimos al Salthill Caravan Park
[54.272048, -8.603873], situado en la bahía de Galway.
Etapa 9. Kilemore Abbey - Sligo (294 km.)
Nos dirigimos hacia el interior de la península de Connemara
para conocer el paraje de la Abadía de Kylemore, ubicada a poco más de una hora
de Galway y otra de las principales atracciones turísticas de Irlanda.
El parking es gratuito y cuando nosotros estuvimos, tenía una
zona reservada para autocaravanas [53.558341, -9.890512]. La entrada al recinto
de la abadía y los jardines es de pago.
Sobre las montañas y el color verde de los bosques, levantándose
junto a un lago, aparecen las torres de la abadía, construida como castillo
inicialmente en el siglo XIX y como hogar privado para la familia de Mitchell
Henry, conocido político y parlamentario.
En la actualidad lo regenta una orden de monjas benedictinas
que originalmente llegaron a Irlanda huyendo desde Bélgica durante la I Guerra
Mundial. Desde 1923 hasta 2010 funcionó como escuela-internado para mujeres.
Después de la muerte de su esposa en 1875, Mitchell no
permaneció mucho tiempo en el castillo. Ambos están enterrados en un pequeño
mausoleo cerca de la Iglesia de la Abadía que se encuentra al este y es de
estilo neogótico. Construida en mármol verde, es una reproducción en miniatura
de la Catedral de Norwich.
Al oeste, se encuentra el Jardín Victoriano. Se trata de un lujoso recinto amurallado de invernaderos y flores, que sirvió como huerto del monasterio y del internado. Aloja una pequeña cabaña que estaba destinada a residencia del jardinero principal y que probablemente sea una de las muestras más auténticas de cómo era una casa tradicional irlandesa.
La visita nos ocupo prácticamente hasta media tarde, momento
en el que seguimos ruta hacia el Condado de Sligo como etapa de transición, camino
ya de Irlanda del Norte.
Es el día que más apuramos las horas de luz en ruta. A última
hora de la tarde, encontramos plaza en el camping de la playa de Strandhill, considerada
como una de las playas más bonitas de Irlanda y que resultó ser también uno de
los lugares más famosos para practicar surf de la isla.
Como ya era tarde, aprovechamos para tomar unas pintas de
cerveza y cenar en un pub de la localidad, mientras disfrutábamos de una sesión
de música tradicional irlandesa.
Etapa 10. Derry/Londonderry - Bushmills - Carrick a Rede (268 km.)
Atravesando el Condado de Donegal, en el final de la Ruta Costera del Atlántico, nos adentramos en Irlanda del Norte.
El paso de la República de Irlanda a Irlanda del Norte, es muy sutil. No existe una frontera física y el primer signo del cambio, es la señalización de carretera que establece los límites de velocidad en millas por hora.
Según vas adentrándote en el territorio, son visibles algunos signos externos como murales, banderas, etc. que permiten identificar si te encuentras en una zona predominantemente católica o protestante.
Es importante conocer que Irlanda del Norte tiene la capacidad de emitir sus propios billetes de libras esterlinas. Estos billetes no son aceptados en el resto de territorios del Reino Unido. En algunos lugares, admiten euros como medio de pago, pero no es lo habitual para pequeñas cantidades, para las que usamos la tarjeta de crédito.
Nos dirigimos a Derry, Londonderry para los protestantes, origen de la Ruta de la Calzada o Causeway Coastal Route, que discurre por el litoral Este de Irlanda del Norte entre Derry y Belfast, ofreciendo lugares como la Calzada del Gigante, único sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Irlanda del Norte, el puente colgante de Carrick-a-Rede y varios de los mejores escenarios naturales de la isla, que han sido usados para grabar la serie Juego de Tronos.
Derry es la única ciudad completamente amurallada de toda Irlanda y que conserva aún algunos de sus bastiones. Otros edificios destacados son el Guildhall o Ayuntamiento de la ciudad, del siglo XIX y sus dos catedrales, St. Eugene, católica y St. Columb’s, protestante.
Pero también es una ciudad muy marcada por el conflicto norirlandés y que posee por ello un lugar muy especial: los murales de Bogside, conocidos como The People´s Gallery (La Galería del Pueblo).
| Copyrigth Currency Media Limited. Ireland |
Bogside es un barrio obrero y mayoritariamente católico donde se encuentran los murales que narran, entre otros sucesos, la historia del conocido como Domingo Sangriento. En 1972, 14 hombres desarmados murieron a causa de los disparos de la fuerza paracaidista británica cuando participaban en una manifestación.
El 12 de julio, los protestantes rememoran la victoria del rey Guillermo de Orange sobre el rey católico Jaime II en la Batalla del Boyne (1690).
Para celebrar esta efemérides se convocan por la Orden de Orange distintas marchas con estandartes y bandas de música. Un amplio sector de los católicos considera que estas marchas celebran la supremacía de la comunidad protestante-unionista sobre la católica-nacionalista y que sirven para poner en cuestión el proceso de paz y los acuerdos del Viernes Santo (1998) que lo sustentan.
Habíamos visto en las noticias que se estaban produciendo algunos disturbios y enfrentamientos por la proximidad de estas celebraciones en días anteriores. Pero sin ser conscientes de que era el mismo día 12 de julio, nos dirigimos a Derry para visitarla.
Cuando llegamos, nos encontramos con una ciudad en las que sus calles principales estaban cortadas y había un amplio despliegue de fuerzas de seguridad para prevenir e impedir disturbios. La policía nos desvió por el cinturón exterior de la ciudad, ‘aconsejándonos’ que continuáramos nuestro viaje y dejáramos la visita para otra ocasión.
Es lo que tiene no prestar demasiada atención a las fechas cuando se está de vacaciones, así que haciendo caso de la ‘recomendación’, continuamos el viaje en dirección a la costa.
Durante dos días, el camping Bush Caravan Park [55.174576, -6.571254] en Bushmill, se convierte en nuestra base para conocer la ruta Costera de la Calzada.
La población es famosa por ser donde se encuentra la Calzada del Gigante y por su destilería.
Más de 400 años llevan en Old Bushmills Distillery destilando whiskey, desde que en 1608 le otorgaron la licencia para la destilación de bebidas alcohólicas, lo que la convirtió en la primera destilería legal de Irlanda. Se puede visitar, aunque nosotros no lo hicimos.
Por la tarde nos dirigimos a Carrick a Rede en la localidad de Ballintoy.
Conectada a los acantilados por un puente colgante de cuerda suspendido a casi 30 metros sobre el nivel del mar, la isla de Carrick-a-Rede posee un único edificio, una cabaña de pescadores. Atravesar el puente colgante de cuerda erigido por primera vez por los pescadores de salmón hace más de 250 años y disfrutar de las vistas que ofrece la isla frente al Atlántico, es en sí toda una experiencia.
Las capturas de hasta 300 salmones al día eran comunes hasta la década de 1960. La presión de la pesca en el mar y la contaminación de los ríos provocó una disminución de las capturas. En la última temporada que se mantuvo abierta la pesquería, en 2002, solo se capturaron 250 en total desde la primavera hasta el otoño.
Etapa 11. Armoy - Downhill - Dunluce Castle - Calzada del Gigante (78 Km.)
A primera hora nos dirigimos a visitar The Dark Hedges, una avenida de hayas del siglo XVIII a lo largo de la carretera entre Armoy y Stranocum. Los árboles centenarios forman un túnel de extrañas formas que ha sido utilizado como localización para la serie Juego de Tronos o películas como Transformers o El Último Caballero, convirtiéndose en uno de los lugares más fotografiados de Irlanda del Norte.
Se puede estacionar en el parking de un coffe shop [55.138300, -6.382472] próximo al lugar.
Tras esta visita, nos dirigimos a Downhill donde se encuentra el Templo de Mussenden. Inspirado en el Templo de Vesta en Tívoli, se ubica al borde de los acantilados, y con la playa de Downhill a sus pies, otro de los entornos elegidos por la serie Juego de Tronos para rodar alguno de sus episodios. Estacionamos en un parking situado al lado de la carretera [55.162100, -6.813401] desde el que sale un sendero que conduce al lugar.
La siguiente parada es Dunluce, para visitar su castillo que data del año 1513 y a pesar de que nada más podemos apreciar sus ruinas, merece la pena una parada para ver su ubicación asomado al mar. Existe un parking [55.208807, -6.578918] habilitado al efecto.
Para finalizar nos espera el plato fuerte del día, la Calzada del Gigante.
Recibe esa denominación porque según la leyenda, surgió de la lucha entre dos gigantes, el irlandés Finn McCool y el escocés Bennandoner, que continuamente se lanzaban rocas, tantas, que acabó formándose un camino de piedras sobre el agua.
La realidad es que es una acumulación de más de 40.000 columnas basálticas que han creado una especie de camino natural que se adentra en las aguas del océano atlántico. Su formación data de entre 50 y 60 millones de años, cuando emanaciones de lava volcánica surgieron por las grietas del suelo, dando lugar a este precioso y original enclave.
Estacionamos en el parking del Centro de Visitantes [55.233050, -6.516187].
Tras pagar la entrada y acceder a través de una exposición que contextualiza el lugar, hay tres senderos de distinta duración que permiten realizar la visita. Uno de ellos recorre los acantilados por su parte más alta.
Es un lugar mágico y más con la puesta de sol como tuvimos la oportunidad de conocerlo.
Etapa 12. Monasterboice - Hill of Tara - Glendalough (336 km.)
Antes de abandonar el Condado de Antrim, teníamos previsto visitar los Gobbins, en Islandmagee, un paseo de tres kilómetros caminando por un sendero costero con pasarelas, túneles y puentes colgantes al filo de los acantilados. Las medidas de seguridad que requiere y que solo se puede acceder mediante reserva previa y en un número reducido, hicieron que lo dejáramos para mejor ocasión.
Igualmente, tras la experiencia de Derry y viendo que continuaban algunos disturbios tras el 12 de julio, decidimos no detenernos a visitar Belfast. También se iba aproximando la fecha de tomar el ferry de nuevo para España, por lo que decidimos ir acercándonos a Dublín y al sur de la isla.
El buen estado de las carreteras y las autopistas nos permitieron hacer una buena tirada de kilómetros hasta nuestro siguiente destino, Monasterboice, ya de nuevo en la República de Irlanda y en el considerado como ‘Ancestral Este de Irlanda’, cuna de la cultura y la historia irlandesas.
Monasterboice tiene sus orígenes en el siglo V y está constituido por las ruinas de dos iglesias y una torre circular, pero lo más importante del conjunto son sus cruces celtas que se remontan hasta el siglo X y están consideradas como las mejores de Irlanda, destacando entre ellas la West Cross y la cruz de Muiredach, de 5 metros de altura, considerada la mejor de Irlanda.
Para poder visitarlo hay un parking [53.777788, -6.416555] suficiente para nuestros vehículos, pero con pocas plazas, justo enfrente del conjunto monumental.
Cerca del mediodía nos dirigimos a Hillof Tara, lugar repleto de mitos y las leyendas. Es un lugar sagrado y simbólico compuesto de túmulos funerarios, zanjas, bancos de tierra y piedras rituales.
Existe un parking a la entrada del sitio arqueológico [53.581360, -6.609691].
Los historiadores han sugerido que desde la invasión celta de la isla hasta la invasión de Richard de Clare en 1169, la Colina de Tara fue el centro político y espiritual de la isla. El papel de la Colina de Tara en la historia de Irlanda es como asiento de los reyes de Irlanda hasta el siglo VI, papel que puede extenderse hasta el siglo XII.
La verdad es que el lugar desprende una energía especial.
Nuestro siguiente destino fue el Monasterio de Glendalough, ubicado en el Valle de los dos Lagos situado en el Parque Nacional de los montes Wicklow.
Resulta un conjunto de paisaje, naturaleza y ruinas que lo convierte en un lugar donde se aprecia la esencia de estas tierras. Se estaciona en el parking de su centro de visitantes [53.011242, -6.323401].
El monasterio, fue fundado por San Kevin en el siglo VI convirtiéndose en uno de los grandes centros de enseñanza de la Irlanda cristiana primitiva y aunque sufrió el saqueo de los vikingos en repetidas ocasiones, perduró por más de 600 años hasta su destrucción por los soldados ingleses en 1398. La mayor parte de los edificios fueron levantados entre los siglos X y XII.
La Catedral, construida en varias fases entre los siglos IX y X, es el edificio más importante y grande de Glendalough. El arco románico que divide la nave central es del siglo XII.
Destaca en el conjunto una gran torre circular de 30 metros erigida entre los siglos X y XI. Otro edificio singular es la iglesia de St Mary, del siglo X.
Detrás está la construcción conocida como The Priest House, del siglo XII.
Para completar los edificios en torno a la gran torre, está la Iglesia de San Kevin, conocida comúnmente como la cocina de San Kevin. Este oratorio del siglo XI-XII tiene una pequeña sacristía adosada.
Por último, se encuentran los restos de la Trinity Church de la misma época que el oratorio, los restos de St. Saviour’s Priory, una iglesia con arcos y decoración románica y la Cruz de San Kevin, una enorme cruz esculpida en una única pieza de granito, considerada como otro de los mejores ejemplos de cruz celta típicamente irlandesa.
Cerca de los lagos a los pies del bosque que rodea el recinto, está la celda de San Kevin, la choza que dicen que servía de vivienda al santo y que hoy sólo refleja la forma circular de la edificación, así como otros restos que dan cuenta de la extrema importancia que tuvo el lugar.
Terminada la visita, nuestra intención era dirigirnos a pasar noche al camping de Dublín, pero no había plazas libres hasta el siguiente día, por lo que nos dirigimos a una población cercana, Roundwood, en las inmediaciones del embalse de Vartry, donde se ubica el camping del mismo nombre [53.069146, -6.222888].
Etapa 13. Dublín (39 km.)
Llegamos a Dublín y nos dirigimos a Corkagh Park donde se sitúa el camping Camac Valley. Una vez instalados, nos vamos a conocer la ciudad. El autobús que se dirige al centro de Dublín, tiene una parada en la misma puerta del camping. El Bus Turístico en la primera y en la última ruta del día, también paraba en la entrada del camping.
El recorrido del Bus Turístico nos permitió hacernos una idea concreta de la ciudad y la ubicación de sus principales monumentos. Los primeros en asentarse en el espacio que hoy ocupa la ciudad fueron los celtas en torno al año 700 a.C. Cuando en el 841 llegaron los vikingos, fundaron una zona comercial y se dispusieron a hacer de Dublín un lugar estratégico para el comercio entre las islas. Desde los comienzos del gobierno Anglo-normando en el siglo XII, ha sido capital de la isla de Irlanda.
En relación con otras capitales europeas, Dublín es una ciudad de dimensiones amables que se puede explorar a pie. Uno de los lugares más famosos es el barrio de Temple Bar, una de las zonas más antiguas de la ciudad y donde tomarse una cerveza en cualquiera de los pubs que llenan sus esquinas, a la vez que escuchas música en directo.
Las céntricas calles O'Connell Street y Grafton Street, donde se encuentra la estatua de Molly Malone todo un símbolo de Irlanda; el Trinity College, la universidad más prestigiosa de Irlanda, donde en su biblioteca está expuesto el Libro de Kells, un manuscrito realizado por monjes celtas en el año 800 d.C.; el parque de Saint Stephen's; los puentes que cruzan el río Liffey; la catedral de la Santísima Trinidad y la catedral de San Patricio o el Castillo de Dublín de origen vikingo remodelado en el siglo XVII, son algunos de los muchos lugares por descubrir.
Y como no, visitar la fábrica y los viejos almacenes de la cerveza Guinness, Guinness Storehouse, hoy un museo que permite aprender todos los pasos de la elaboración de la bebida y la evolución de la marca a lo largo de su historia desde 1759 hasta hoy.
Etapa 14. Killkenny (118 km.)
Killkenny situada a orillas del río Nore, se conoce como la ciudad de mármol.
Su ‘Medieval Mile’ está llena de calles y edificios históricos en el recorrido que une su Castillo anglo-normando, construido en el siglo XII y la Catedral de San Canice del siglo XIII.
Visitamos el castillo y de sus jardines ornamentales y recorrimos su Milla Medieval descubriendo los rincones y edificios que le dan fama como uno de los cascos antiguos mejor conservados de Irlanda.
Para visitar la ciudad y pernoctar nos dirigimos al Camping Tree Grove muy cerca de la ciudad, a la que se puede ir dando un agradable paseo [52.640029, -7.229090].
Etapa 15. Jerpoint Abbey - Rock of Cashel - Blarney (234 km.)
A unos 20 km. de Killkenny se encuentra Jerpoint Abbey. Fundada en el siglo XII, es uno de los mejores ejemplos de abadía cisterciense medieval en Irlanda. Los estilos arquitectónicos de la iglesia construida a finales del siglo XII, reflejan la transición del románico al gótico. La torre y el claustro datan del siglo XV.
También destacan las arcadas del claustro y sus detalladas esculturas de piedra que se encuentran en todo el monasterio. En su pequeño centro de visitantes se encuentra el parking [52.511811, -7.157668] que nos permite estacionar para realizar su visita.
Nuestro último destino del día es Rock of Cashel, en el Condado de Tipperary, a medio camino entre Dublín y Cork. Es un espectacular conjunto de edificios medievales sobre un promontorio de piedra caliza. Para estacionar, existe un gran aparcamiento público próximo al conjunto monumental [52.520245, -7.889101].
Originalmente fue la sede de los reyes de Munster y según la leyenda, el mismo San Patricio vino aquí para convertir al rey Aenghus al cristianismo. Brian Boru fue coronado Gran Rey en Cashel en 978 y la convirtió en su capital.
En 1101 el sitio fue cedido a la iglesia y Cashel rápidamente se convirtió en uno de los centros de poder eclesiástico más importantes del país.
El complejo es una de las colecciones más notables de arte celta y arquitectura medieval. En el recinto se encuentran una cruz alta, una capilla románica, que contiene los únicos frescos románicos que se conservan en toda Irlanda, una catedral gótica, una abadía, el Salón de los Vicarios Corales y una Casa Torre del siglo XV.
Terminada la visita y como estábamos a dos días de tener que coger el ferry para nuestro regreso, decidimos volver al camping de Blarney donde estuvimos al inicio de nuestro viaje.
Etapa 16. Blarney (0 km.)
El último día completo que nos quedaba en Irlanda decidimos dedicarlo a descansar, pasear por la zona y preparar las autocaravanas para la travesía del día siguiente.
Etapa 17. Cobh - Ringaskiddy Port (75 km.)
Por la mañana nos dirigimos a la ciudad de Cobh, uno de los puertos más importantes en la historia de Irlanda, ubicada en la ría de Cork y que forma parte del complejo portuario de esa ciudad, donde tomaremos el ferry con destino a España a media tarde.
Estacionamos en su área de autocaravanas de pago (10€ las 24h.) situada en el puerto [51.847198, -8.307230].
Cobh, originalmente llamada Queenstown, es una ciudad estrechamente ligada a su relación con el mar. La ciudad, con casas de diferentes colores, está dominada por la catedral neogótica de San Colman que se alza en la ladera.
El 22 de abril de 1838, zarpó de Cobh el buque Sirius, en lo que fue la primera travesía de un barco de pasajeros de vapor a través del océano Atlántico. Cobh se convirtió en el principal puerto de Irlanda del que zarpaban los penados hacia los centros penitenciarios ingleses, sobre todo de Australia.
También es célebre por ser el último puerto de escala del transatlántico RMS Titanic y por la catástrofe del hundimiento del Lusitania en 1915 por parte de un submarino alemán durante la I Guerra Mundial y en el que murieron miles de personas frente a sus costas.
Cobh también fue el punto de partida de 2,5 millones de los seis millones de irlandeses que emigraron a América del Norte entre 1848 y 1950. De ello da fe la estatua que se encuentra en el Paseo Marítimo y que representa a Annie Moore.
Annie Moore fue la primera inmigrante en pasar por las instalaciones de inmigración de Ellis Island en el puerto de Nueva York el 1 de enero de 1892. Había viajado desde Cobh en el vapor Nevada con sus hermanos Anthony y Phillip.
Todas estas historias se encuentran reflejadas en las distintas salas del Cobh Heritage Centre, que se ubica dentro de la restaurada estación victoriana de tren de la ciudad. A nuestro juicio, nos parece una visita imprescindible.
A media tarde, nos dirigimos a la terminal de Ferrys de Ringaskiddy para realizar el checking y embarcar rumbo a Santander. Nos despedimos de la Isla Esmeralda sabiendo que volveremos a una isla llena de gentes amistosas, tradiciones y leyendas milenarias y paisajes desbordantes.